El pasado 4 de febrero de 2025 se aprobó un ANTEPROYECTO DE LEY para la reducción de la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo, pasando de 40 a 37,5 horas semanales sin reducción alguna del salario.
El texto inicial aprobado, supone el inicio de un proceso de legislativo que estará compuesto de diferentes etapas:
- Inicialmente, el texto será remitido al Consejo de Estado y al Consejo Económico y Social (CES) para su evaluación y emisión del correspondiente informe preceptivo.
- Posteriormente, el anteproyecto será revisado nuevamente por el Consejo de ministros para su transformación en proyecto de ley y su posterior envío al Congreso, donde se presentarán enmiendas antes de su aprobación definitiva
La duración exacta de este procedimiento depende de diversos factores, incluyendo las negociaciones políticas y el calendario parlamentario. Se estima que la aprobación definitiva podría lograrse antes del verano o, más probablemente, en el último trimestre del año. A tener en cuenta que la nueva norma no entrará en vigor hasta la publicación del texto definitivo en el Boletín Oficial del Estado.
De acuerdo con los avances realizados hasta el momento, y en caso de ser aprobado, el Anteproyecto de Ley para la reducción de la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo establecerá las siguientes modificaciones clave:
- Reducción de la jornada laboral y período de adaptación: La jornada ordinaria máxima pasará de 40 a 37,5 horas semanales de trabajo efectivo, en promedio anual. Dado que la jornada laboral está regulada por convenios colectivos y contratos individuales, será necesario un proceso de adaptación en cada sector para definir su implementación específica.
- Plazo para la adecuación normativa: Las comisiones negociadoras de los convenios colectivos dispondrán hasta el 31 de diciembre de 2025 para ajustar sus regulaciones y garantizar el cumplimiento de la nueva legislación.
- Impacto en los contratos a tiempo parcial: Aquellos contratos a tiempo parcial con una jornada igual o superior a 37,5 horas semanales de promedio pasarán a considerarse contratos a tiempo completo a partir de la entrada en vigor de la nueva regulación. Respecto a los contratos a tiempo parcial con una jornada inferior a las 37,5 horas semanales, así como a los trabajadores con jornada reducida, será necesario esperar a la normativa definitiva para determinar su impacto concreto, pero se prevé que supondrá un incremento del porcentaje de parcialidad aplicable.
En conclusión, la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales marca un cambio significativo en el panorama laboral español. Aunque aún quedan varias etapas legislativas por delante, es clave que empresas y trabajadores comiencen a prepararse para su futura implementación.
