El 31 de enero tuvo lugar la salida del Reino Unido de la Unión Europea comenzando a aplicarse el Acuerdo de Retirada, que estará en vigor, si el Reino Unido no solicita una prórroga antes del 1 de julio de 2020, hasta el 31 de diciembre de este año.
La Autoridad de Control inglesa en materia de protección de datos (ICO) elaboró un documento informativo sobre Brexit y GDPR y una página web en la que publica sus guías y recomendaciones para el caso de un Brexit sin acuerdo: https://ico.org.uk/no-deal.
El RGDP durante el periodo del Acuerdo de Retirada
Durante el periodo de aplicación del Acuerdo de Retirada el RGPD seguirá siendo de aplicación en el Reino Unido. Por tanto, durante este tiempo, las empresas que estén transfiriendo datos al Reino Unido pueden seguir haciéndolo del mismo modo que lo hacían hasta ahora y es posible iniciar nuevas transferencias con los mismos criterios aplicados hasta la fecha mientras esté en vigor el Acuerdo de Retirada.
¿Qué sucederá una vez pasado este periodo?
Durante 2020 no habrá restricciones en el flujo de datos en ambas direcciones, pero si no hay acuerdo, las transferencias de datos de la Unión Europea al Reino Unido deberán contar con las garantías adecuadas, entre las que destacan las cláusulas tipo y las normas corporativas vinculantes.
Si no hay acuerdo
Es decir, una vez finalizado el periodo transitorio, todo dependerá del resultado de las negociaciones.
En el caso de que no se llegue a un acuerdo, el RGPD se incorporará a la legislación del Reino Unido como “UK GDPR”, pero puede haber desarrollos adicionales en temas específicos como las transferencias de datos.
Si hay acuerdo
Si hay acuerdo (y todo apunta a que lo habrá en este punto), probablemente habrá una decisión de adecuación de la Comisión Europea que permitirá realizar transferencias de datos al Reino Unido sin restricciones ni formalidades previas. Sin embargo, deberemos estar pendientes para conocer qué implicaciones tendrá el Brexit a partir del 2021 en materia de circulación de datos personales.
